jueves, 12 de enero de 2012

Empezando un año diferente

Hola! Cómo andan? Ya anduve chusmeando un poco, poniendome al día. Yo ando muy bien, muy feliz con mi gordo(y no es una forma de decir, Lolo ES gordo)hermoso (juro que es verdaderamente hermoso! Jaja), pero también un poco cansada. Y quiero permitirme decirlo acá. Porque acá es donde puedo decir la verdad, sin tener vergüenza, sin dar tantas explicaciones. Tener un hijo es maravilloso, es LO MÁS, pero también es bastante agotador. Por supuesto que tiene una recompensa ENORME. No hay ningún reproche, está clarísimo. Es un cansancio divino, no como el de las putas entregas, pero cansancio al fin. Pero últimamente siento que no tengo permitido decir que estoy cansada, simplemente porque no estoy trabajando. Y como por ahora en mi grupo más cercano soy la única que tiene un hijo, me siento un poco incomprendida. La que más me hace comentarios como que ahora soy "la boluda con hijos" es mi hermana. Es el problema que tenemos las que quisimos hacer cosas antes de tener hijos (y en ese camino casi nos quedamos sin poder tenerlos). Parece que una vez que los tenemos no no está permitido ser una mamá más... Por supuesto que mi psicóloga me dice (y tiene razón) que el problema es mi propia visión crítica de lo que soy en este momento. Pero convengamos que el entorno no ayuda. Yo me desvivo por no ser "la molesta" que alguna vez critiqué y en ese intento estoy en un permanente cansancio físico y mental que me apabulla un poco. Pero en definitiva soy una mamá con un bebé, con todo lo que eso implica. Implica que me importa él (y no es Néstor, je) más que nada, que mi "tema" hoy es la maternidad, implica que tengo un bebito a upa gran parte del tiempo, un bebito que a veces protesta y otras veces se ríe, mucho, implica que TODO lo hago a otro ritmo, que tengo otros tiempos, porque todo se tiene que adaptar a él. Y estoy en esta transición. Y como ya dije, me siento un poco "outcast". Estoy tratando de ajustarme, de ajustar mi vida de antes a esta nueva presencia. Manejando las "demandas" de los demás (o mías) de que todo siga como antes. Y nada sigue como antes. Todo cambió (por fortuna). Yo por un lado acepto el cambio (gustosísima) y por mi me quedo sola en el mundo con Lorenzo. Pero por otro lado me siento como "tironeada"(es la historia de mi vida), empujada, tentada, de seguir participando del mundo tal cual era, pero ahora CON Lolo (o sea, un lugar mucho más hermoso, jejeje). Lamento no poder compartir este momento con mis amigas más cercanas, porque sé que cuando les llegue a ellas van a comprender mejor muchas cosas. Lamento sentirme sapo de otro pozo, extrañamente ahora, después de tanta lucha por ser como esa "mayoría" de mujeres que yo veía tan lejanas. Las mujeres que tenían hijos. Y sin embargo esas mujeres también siguen siendo lejanas, porque ellas siguen eligiendo cómo y cuándo tienen otro hijo, si van por la nena o si tienen la familia exacta que soñaron. Yo tengo lo que la vida me dejó, que es muchísimo y tuve que sufrir tanto para darme cuenta de lo mucho que es lo que tengo. Bueno me fui por las ramas. Es que tengo muchas cosas en la cabeza. Regreso. Cansada (especialmente en estos días que estoy sola, desde el 25 de diciembre, porque mi esposo trabaja en Uruguay en el verano) pero muy feliz. Ver crecer a una persona es algo GENIAL y más si es tu hijo. Me sigue maravillando el solo hecho de que exista, de que con solo tomar de mi leche, ya es un ser humano a punto de cumplir 5 meses, de que cada día hace un pequeño cambio, un progreso, aprende algo. Está buenísimo participar de esto por eso no importa lo que me pierda. Por eso vale tanto la pena todo el camino hasta acá. Brindo por un 2012 con muchos bebés y mamás nuevas! Besos!